GRATITUD
Qué ocasiona la gratitud en el cerebro?
Por la vía neuronal, la gratitud estimula las vías cerebrales para la liberación de otra hormona : la oxitocina, que estimula el afecto, la tranquilidad, reduce la ansiedad, el miedo y la fobia. Nuestro cerebro no es capaz de sentir al mismo tiempo, gratitud y angustia.
Cuando experimentamos la gratitud, en nuestro cuerpo ocurre un fenómeno biológico generador de felicidad. Nuestro cerebro libera dopamina y serotonina, que son dos neurotransmisores que nos hacen sentir bien.
Por otro lado, un estudio realizado en la Universidad de Harvard nos dice que cuando se escriben razones por las que se está agradecido o se dicen en voz alta, el cerebro se impacta de forma notable y además mejora ciertas funciones en el organismo que tienen que ver con dormir, comer y beber, activando el metabolismo y reduciendo los niveles de estrés.
Esto se vincula con que la gratitud cotidiana puede remodelar las vías neuronales y reconectar el cerebro para que piense de forma más positiva, aumentando así su capacidad para manejar situaciones desafiantes y difíciles, manejar la depresión y disminuir el dolor físico
Un hipotálamo agradecido
Según una investigación publicada en la revista Cerebral Cortex, sentir gratitud o realizar actos de bondad estimula el hipotálamo (la parte de nuestro cerebro que regula una serie de funciones corporales, incluido el estrés); inundando el cerebro con una sustancia química llamada dopamina que produce la sensación de bienestar, felicidad, placer y vitalidad.
También expresar gratitud fortalece nuestro cuerpo y nuestro cerebro al reducir el cortisol, la hormona del estrés.
Beneficios de la gratitud
La gratitud tiene efectos neurológicos que benefician nuestra salud. Entre estos beneficios se encuentran:
- Reduce la producción de cortisol, la llamada hormona del estrés, con lo que disminuyen los efectos del estrés crónico.
- Los sentimientos de gratitud disminuirán los niveles de dolor debido a la afluencia de la dopamina.
- La gratitud promueve un mejor sueño, fortalece nuestro sistema inmunológico y mejora la sanación y la regeneración más rápida del cuerpo.
- El hipotálamo se activa cuando sentimos agradecimiento o al realizar actos de bondad. Ello nos afecta directamente ya que el hipotálamo es la parte de nuestro cerebro que regula funciones corporales, como el apetito, el sueño, la temperatura, el metabolismo y el crecimiento.
- La gratitud se asocia con niveles más altos de colesterol bueno (HDL) y niveles más bajos de colesterol malo (LDL), esto ayuda a bajar la presión arterial y mejora la oxigenación del cerebro.
- Otro motivo por el que la gratitud contribuye al bienestar del cerebro es porque está vinculada a la calidad del sueño.
Diversos estudios señalan que la gratitud mejora nuestro descanso al dormir, disminuye el tiempo que se tarda en conciliar el sueño y alarga la duración del mismo.
El adecuado descanso cada noche evita el deterioro de las funciones cognitivas, asimismo evita condiciones como la ansiedad, la depresión, el dolor y el estrés. - La gratitud nos hace más resistentes a los eventos traumáticos y estresantes. Según un estudio que se realizó en veteranos de la guerra de Vietnam, quienes sentían más gratitud día a día, fueron menos susceptibles a los efectos del estrés post-traumático.
- Otros estudios enfocados a los beneficios de la gratitud han demostrado que escribir al respecto o enviar notas de agradecimiento puede aumentar nuestra felicidad a largo plazo un promedio del 10%. Así como se reducen las posibilidades de experimentar ansiedad y depresión.
- En un estudio realizado a través de imágenes de resonancia magnética se observó que los participantes de la investigación que practicaron la gratitud no solo reportaban un aumento en la modulación neural, provocada por cambios en la corteza prefrontal medial, sino que eran más capaces de manejar las emociones negativas (como la culpa) y estaban más dispuestos a ser útiles, empáticos y amables.
- Además, es importante tener presente que, nuestro cerebro no es capaz de sentir, al mismo tiempo, gratitud y angustia. Uno debe decidir cuál escoger.
Licda. Carmen de Mollinedo
Terapeuta Familiar