INSPIRA A ALGUIEN
Probablemente no tienes ni idea de las personas que te ven, a quienes probablemente ni conoces ni le has hablado, pero quienes con solo verte les has dado aliento, esperanza, alegría o vida!
Fue así como hace 34 años cuando por razones médicas empezaba a correr, cuando mi deseo y fuerzas para realizarlo sufrían altibajos y prevalecía la idea de “tirar la toalla”: a mi mente venía la imagen de esa “viejecita” a quien independientemente del clima, de su avanzada edad, veía todas las mañanas (sin excepción) caminado. Y cuando NO sentía deseos de salir a correr, me decía: “Si esta señora puede, por qué yo no?” Ciertamente me inspiró.
Después de unos años tuve el privilegio de conocerla y compartir con ella en una comunidad y pudo seguir inspirándome. Recibió clases de computación a los 68. Inició clases de natación para aprender a nadar, a los 70 años. Se inscribió y asistía a clases de baile de salsa a los 72 años. En ambas actividades sin duda era la persona de más avanzada edad, pero ella nunca vio ese factor y todo lo hizo de corazón y sin querer llamar la atención. Una mujer llena de vida: gustaba de contar chistes y reír, agradarnos con su cocina, compartirnos sabios consejos, celebrar cuando había motivo, viajar cuando pudo, enseñarnos su fe. Mi gratitud por siempre a esta inspiradora mujer.
Nunca es tarde para inspirar a alguien. Y tú, cómo inspiras?
Licda. Carmen de Mollinedo
Terapeuta Familiar