Licda. Carmen de Mollinedo
Orientadora Familiar
Sin duda la vida te provee de distintas etapas, todas con sus retos y sus encantos.
Sin embargo, llegar a los cincuentas o sesentas ha sido unos de los mejores años cuando has vivido tus etapas cronólogicas
No tienes hijos menores que cuidar, ni que dependan de ti. Tus hijos ya tienen las herramientas para volar por sí mismos y tomar sus decisiones como tú lo hiciste hará unos 30 años atrás.
Ya sabes con certeza qué te gusta y qué no te gusta, la ambivalencia de la adolescencia quedó atrás. Así como las alzas y bajas hormonales que no te daban estabilidad.
Eres más consciente de elegir aquello que te suma y no te resta. De lo que disfrutas y de lo que no. De rodearte de personas que eliges porque aportan a tu bienestar y crecimiento interior y alejarte de aquellas que te son nocivas y sin temor al qué dirán.
Te paras de frente al futuro con el propósito de vivirlo en plenitud, saboreando cada instante porque ya eres consciente que cada vez te queda menos y por eso lo inviertes en aquellas actividades que te brindan paz y que antes quizá por el corre corre del trabajo no podías realizar
Conoces más de tu valor intrínseco y necesitas menos objetos exteriores que lo enfaticen
Puedes ver atrás las huellas que has dejado, regocijarte con las que te gustan y cambiar en algo las que no te gusten mucho.
Eres más dueña de ti, como nunca antes para realizar los sueños que faltan por cumplir. Adelante, eres capaz